Una de las dudas de padres y madres que más tenemos en nuestras escuelas es cómo gestionar las emociones con sus hijos e hijas. Por eso, hemos considerado esencial en nuestra Escuela de Padres de Montessori Village hacer un taller de educación emocional en niños.
Esta vez hemos querido darle una vuelta al enfoque, en lugar de hablar sobre las emociones de los infantes, hemos vivido nuestras propias emociones. De esta manera, los adultos podremos empatizar más con cómo se sientes los más pequeños y pequeñas.
Para romper un poco la dinámica y hacer un taller vivencial y participativo, las madres y padres escribieron de manera anónima cómo se sentían. Dichos sentimientos los pusimos en una rueda de emociones. Como consecuencia pudimos empatizar con los asistentes, lo que es un comienzo para comprender al infante y aprender a comunicarse.
Para introducir un poco la educación emocional, regalamos un dossier con herramientas y recursos para gestionar las emociones a leer tranquilamente en el hogar.
Diferencia entre emociones y sentimientos
Consideramos importante diferenciar entre ambos términos que, aunque están correlacionados no significan lo mismo, para aprender sobre educación emocional en niños y niñas. Las definiciones las hemos sacado de Daniel Goleman.
Definición de emoción
“Capacidad de reconocer nuestros propios sentimientos y de los demás, de motivarnos y de manejar adecuadamente las relaciones”, María Montessori. Identificar las propias emociones y regularlas de forma adecuada.
Definición de emoción
“El sentimiento es el resultado de las emociones”.
Maria Montessori
Y para entenderlo mejor, visualizamos una serie de imágenes y vídeos para ver qué emociones nos hacían sentir. Y descubrimos que cada uno las vive de manera diferente.
¿Cómo funciona el cerebro para aprender educación emocional en niños?
Para no extendernos mucho sobre el funcionamiento del cerebro del niño, os recomendamos los libros El cerebro del niño explicado a los padres de Álvaro Bilbao o El cerebro del niño de Daniel J. Siegel. Fundamental para saber cómo gestionar las rabietas.
El cerebro del infante de los 0 a los 3 años es primitivo, se guía por emociones y sentimientos y desde los 3 a los 26 años se va construyendo su corteza prefrontal que es la racional. Por lo tanto, a un infante de 2 o 3 años en plena emoción intensa no se puede razonar porque no está preparado.
Es importante entender como padres y madres que es algo fisiológico y que con el tiempo la intensidad varía y el tipo de emoción también. Es un periodo sensible que se puede trabajar a nivel emocional. Y para ello, hay que empatizar, acompañar y sostener de manera respetuosa.
Para finalizar, hicimos una dinámica grupal y vivencial que consistía en escribir en un papel de manera anónima ¿qué te hubiera gustado que te hubieran dicho cuando dejaste por primera vez a tu bebé?
La educación emocional en niños parte de nosotros mismos como adultos, si nosotros no somos capaces de gestionar nuestras emociones y de identificar nuestros sentimientos, jamás podremos acompañar a los infantes en su proceso madurativo.
Hemos creado una gran familia para los niños y niñas que acuden a esta gran comunidad y para ellos una familia lo componemos entre todos que tenemos un vínculo afectivo y emocional día a día.
“La vida en familia supone nuestra primera escuela para el aprendizaje emocional, aprendemos qué sentimientos, abrigar hacia nosotros mismos y cómo reaccionarán otros a tales sentimientos; cómo pensar acerca de esos sentimientos y qué elecciones tenemos a la hora de reaccionar; cómo interpretar y expresar esperanzas y temores”.
María Montessori
Esta escuela emocional funciona gracias a lo que la familia hace o dice, los modelos que ofrecen a la hora de manejar sus propios sentimientos y aquellos que tienen entre la co-relación que se crea entre ambos.
educación emocional niñosla educación emocional