Tenía ganas de hablar sobre la educación para la paz de María Montessori. Cuando nombramos la palabra paz, nos viene a la mente la paz mundial ligada a la ausencia de guerra y a la calma mental. Pero para María Montessori, la paz es un estilo de vida que se adquiere desde la infancia mediante la educación. Una educación basada en el respeto, en el amor, en la valentía, en la libertad, en la confianza, en la cooperación, en los intereses del niño y en nuestra propia obediencia.
Para lograr la paz, se debe trabajar desde la infancia, la mejor etapa para sembrar la semilla de la paz. En el libro Educación y paz de María Montessori, nos invita a construir una ciencia de la paz para ayudar a educar a los hombres en armonía. Por qué la paz se basa en la naturaleza misma del hombre.
“Sembrad en los niños ideas buenas, aunque no las entienda; los años se encargarán de descifrarlas en su entendimiento y de hacerlas florecer en su corazón”. María Montessori
La pedagogía Montessori se fundamenta en la educación para la paz, en una vivencia diaria en el que cada miembro es valorado como un individuo único. En los ambientes Montessori se actúa con respeto cuyos problemas se resuelven de manera pacífica.
Cada niño y niña siente que pertenece a un grupo, que el bien común beneficia a todos, se apoyan mutuamente. Cuando se sienten unidos surge la cooperación, pero sobre todo la armonía. Y ahí es cuando se logra la satisfacción propia y por cada miembro.
“Todo el mundo habla de paz, pero nadie educa para la paz. La gente educa para competir y este es el principio de cualquier guerra. Cuando eduquemos para cooperar y ser solidarios unos con otros, ese día estaremos educando para la paz” María Montessori
María Montessori, revoluciono la educación, con una visión humanista en el que se pone en primer lugar al niño como centro de la vida. Y así es como se entiende la educación para la paz que busca el desarrollo pleno del individuo y que respeta la vida. Pero, sobre todo, una educación que acompaña al ser humano en todas sus etapas.
Cómo se trabaja la educación para la paz en nuestros ambientes
Para que los niños y niñas sientan armonía, comodidad y calma, debe haber un correcto ambiente preparado. El espacio abierto, limpio y ordenado es la base de una correcta concentración, donde se respira paz interior. De esta forma, los niños sienten libertad de expresión y por tanto la felicidad.
Cuando se respira un ambiente en armonía, la cooperación sale de manera innata y empujan al niño y a la niña a construir sus propios conocimientos con una base de paz. Así pues, construyen su propia autoestima, amor propio sano y amor hacia los demás. En este proceso, el rol del adulto es fundamental, debe ser honesto y respetuoso.
En los ambientes se trabaja las lecciones de Gracia y Cortesía donde se trabaja como el respeto por el entorno y por las personas. Las guías y asistentes muestran a los niños a cómo pueden expresar sus sentimientos, cómo resolver conflictos, cómo aceptar un regalo, cómo saludar, cómo pedir ayuda, cómo interrumpir a un compañero o adulto, etc. Y a través de la experiencia, aprenden habilidades positivas para la vida.
Los niños y niñas de Montessori Village aprenden a convivir con la educación para la paz.
educación para la pazeducación para la paz montessori