Desde los primeros pasos de la infancia hasta la etapa preescolar, los niños experimentan una serie de cambios cognitivos y emocionales que moldean su comprensión del mundo. Uno de los aspectos más fascinantes de este desarrollo es el juego simbólico, que comienza a manifestarse alrededor de los 18 meses y se extiende hasta los 6 años.
El escenario de Montessori Village:
En Montessori Village, aunque no se promueve activamente el juego simbólico dentro del aula, sí se fomenta en espacios abiertos como patios, donde los niños tienen la libertad de imitar situaciones de la vida diaria. Esta iniciativa surgió de la curiosidad innata de nuestros pequeños y su periodo sensible hacia el juego simbólico. En nuestros centros de Maresme y Torrelodones, hemos creado bancos de juego, gracias a la colaboración de padres y madres que se unieron para construir estructuras y propuestas lúdicas para sus hijos.
El poder del juego simbólico:
El juego simbólico permite a los niños recrear situaciones que han observado, permitiéndoles convertirse en protagonistas de su propia narrativa. A través de este tipo de juego, los niños desarrollan la función simbólica, que les permite imitar comportamientos y situaciones, facilitando el acceso al pensamiento representativo. Esta forma de juego les ayuda a comprender su cuerpo, controlar sus emociones y reaccionar ante situaciones del mundo exterior.
Beneficios del juego simbólico:
- Estimula la imaginación y creatividad.
- Enriquece el lenguaje y la comunicación.
- Fomenta la autoestima y la confianza en sí mismos.
- Desarrolla habilidades sensoriales y mentales.
- Ayuda en el control de emociones y frustraciones.
- Promueve habilidades sociales como la cooperación y empatía.
- Estimula la curiosidad y el deseo de aprender.
- Facilita la comprensión de roles sociales.
- Estructura el pensamiento y la lógica.
Fantasía vs. Imaginación:
Es crucial distinguir entre fantasía e imaginación. Mientras que la imaginación se basa en experiencias reales y vivencias del niño, la fantasía proviene de un mundo exterior, creado por otros. Durante los primeros seis años de vida, la mente del niño aún no está preparada para el pensamiento abstracto, por lo que es esencial ofrecerles juegos basados en la realidad y no en la ficción.
El juego simbólico es una herramienta poderosa que contribuye significativamente al desarrollo integral del niño. Al proporcionarles un entorno adecuado y oportunidades para el juego simbólico, estamos ayudando a nuestros hijos a construir una base sólida para su futuro aprendizaje y desarrollo. En Montessori Village, valoramos y promovemos la importancia del juego simbólico, asegurándonos de que nuestros niños tengan las herramientas y el entorno adecuado para crecer y prosperar.
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