Nuestra guía de Casas de Niños de Montessori Village La Moraleja, Edith Sierra, nos habla sobre qué es la Disciplina positiva. Edith es madre, educadora infantil, educadora de Disciplina Positiva y fue también actriz.
Su trayectoria profesional y sus inquietudes personales se fueron dirigiendo hacia el bienestar de los infantes. «La pedagogía Montessori permite trabajar desde las necesidades e individualidades del niño sin doblegar su voluntad».
La disciplina positiva fue su complemento ideal. El castigo nunca formó parte de su ética educativa. «Los premios convierten a los niños en dependientes de la aprobación externa».
Cuéntanos ¿qué es la Disciplina Positiva?
La disciplina positiva es una metodología que se basa en la necesidad de pertenencia del niño al grupo. Los comportamientos de los niños son la punta del iceberg de las creencias del niño. Los adultos somos los encargados de descubrir esas creencias y facilitarles herramientas para que sientan que pertenecen y modifiquen su comportamiento a largo plazo.
¿Cómo se originó la Disciplina Positiva para niños?
La DP fue creada por el psicólogo vienés, Alfred Adler, contemporáneo de Freud. Su visión de las necesidades humanas era distinta a la de este. Consideraba que la principal necesidad del ser humano para su supervivencia, y más en los primeros años de vida, es la pertenencia al grupo. Su discípulo Rudolf Dreikurs elaboró la metodología educativa para la aplicación en el hogar y en la escuela.
¿Cuáles son los fundamentos de la Disciplina Positiva?
- Amabilidad y firmeza.
- Busca la conexión y permite a los niños tener un sentimiento de pertenencia e importancia.
- Tiene efecto a largo plazo.
- Enseña habilidades de vida y valores sociales
¿Cómo aplicáis la Disciplina Positiva en el ambiente?
Se aplica de forma directa e indirecta, el Método Montessori va muy de la mano de la DP. Les decimos a los niños lo que sí pueden hacer, en lugar de lo que no. Les damos opciones cerradas para que ellos elijan.
Se respeta al niño y su voluntad, sin perder el respeto al adulto y a la situación. Les tratamos con amabilidad, teniendo en cuenta su periodo evolutivo, sus necesidades, y gustos. Somos firmes, en ocasiones la situación requiere hacer cosas que se necesitan hacer, aunque no queramos, por ejemplo, entrar a comer del patio a una hora determinada, lavarse las manos, etc…
Los acompañamos a la hora de expresar sus emociones y les mostramos una forma respetuosa de hacerlo. Les preguntamos las soluciones en lugar de dárselas.
¿Pautas para aplicar la Disciplina Positiva en el hogar?
Considero que la principal pauta es la formación. La aplicación de la DP es un camino, es un proceso de transformación del adulto, supone cambiar el foco, el uso que hacemos del lenguaje, ignorar creencias populares y la presión social.
Es el adulto el que ha de hacerse cargo de esta transformación y mantener la coherencia, constancia y consistencia de las elecciones tomadas. Cada aplicación en el hogar es diferente puesto que cada familia es diferente.
En nuestra escuela contamos con la Escuela de padres dónde se realizan varias sesiones de acercamiento. Existiendo la posibilidad y creando grupos de formación más en profundidad.
¿Cuáles son los beneficios de la Disciplina positiva?
Para el adulto, una vez que lleva un tiempo formándose, es el tener una herramienta a la que recurrir. No se trata de un método cerrado donde todas las soluciones vayan a servir para todos los niños siempre, pero es un alivio echar mano del manual cuando en determinados casos no ves cómo acompañar al niño.
Para mí la mayor imagen del beneficio que supone para un niño, fue observar la cara de satisfacción de un alumno. Después de hablar con él, había encontrado una solución a una dificultad en la elaboración de un disfraz que se estaba haciendo, la aplicó y se miró en el espejo.
No hizo falta que nadie le dijera nada, todo eso que había conseguido era suyo y lo sentía así. ¡Fue precioso!
Un adulto que confía en ellos aplicando la DP, les permite ser responsables lo que les hace libres.
Existe una creencia equivocada que dice que aplicar la Disciplina Positiva es equiparable a no poner límites. ¿Qué opinas?
La falta de límites o permisividad se considera en DP igual de irrespetuosa que el autoritarismo. El adulto es quién debe transmitir seguridad al niño para un adecuado desarrollo, y a través de los límites le dice: no te preocupes, estás a salvo, si algo te perjudica yo te avisaré.
Cuando somos permisivos o rescatamos a los niños, sin permitirles que sean ellos quiénes resuelvan la situación, les invalidamos, de alguna forma les decimos: tu «no sirves» para hacer esto por eso lo hago yo…
Los límites han de ser coherentes y hemos de ser constantes. Se expresan en positivo, en lugar de decir: “no te subas a la silla”, decimos, recuerda que “las sillas las utilizamos para sentarnos, por favor bájate”.
¿Qué libros nos recomiendas?
Para estas edades recomiendo Disciplina Positiva para preescolares, de Jane Nelsen. Y aunque no es de DP, El cerebro del niño de Daniel Siegel.
Si me quiero formar en Disciplina Positiva, ¿dónde lo puedo hacer?
Hay varias compañeras que hacemos formación dentro y fuera de la escuela. Recomiendo dirigirse a Montessori Village para solicitar información.
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