El sueño de los bebés es un tema que está a la orden del día y que preocupa mucho a las familias. Y así lo hemos notado en nuestras escuelas de Montessori Village, muchos padres y madres nos han manifestado su preocupación por el sueño de los niños y niñas. Nos cuentan sus noches sin dormir, los despertares nocturnos constantes, pesadillas y terrores nocturnos de los infantes.
Nuestra escuela es respetuosa con el infante y con las familias, así que propusimos una charla con Jessica Rojas, de The sleep baby Project, una mami que es consultora del sueño. Según Jessica existe un método respetuoso para que el infante aprenda a dormir solo. Se acomodan al tipo de educación y creencias de cada familia porque su intención en todo momento es ayudar.
Pero antes de todo, conviene explicar que el bebé, al nacer, no sabe dormir por sí mismo, de hecho, es algo que no se aprende, es innato en el ser humano. O acaso ¿les enseñamos a gatear o andar? ¡Lo hacen por sí solos verdad! Pues con el sueño igual, conviene respetarlo en todo momento.
Técnicas destructivas o poco respetuosas con el sueño de los niños, niñas y bebés consistentes en dejarle solo en su habitación llorando sin parar, no es la solución. El infante necesita estar en contacto con sus padres, necesita saber qué puede contar con ellos en todo momento y necesita saber qué le van a cuidar. Un infante solo, llorando, a la hora de dormir, es una gran equivocación.
Un libro que recomendamos es Dormir sin lágrimas de Rosa Jové, “dejarles llorar no es la solución”. Es perfecto para papis y mamis recientes o en embarazo y nos explica con claridad las etapas del sueño de los infantes con ejemplos reales. Tras esta lectura, entenderás a tu bebé y su sueño, y lo respetarás, ya que es un proceso natural.
Etapas del sueño de los niños y del bebé
Os explicamos brevemente las etapas del sueño infantil para que entendáis que es un proceso evolutivo y normal.
Bebé de 0 a 3 meses
Los primeros meses de sueño del infante es tranquilo, de 16 a 20 horas de sueño. En esta etapa tienen tan sólo dos fases de sueño, que son: activo -REM- y lento. Sus fases son cortas, de unos 50 a 60 minutos.
Tienen más sueño activo, REM, que sueño lento o profundo, y además tienen la capacidad de dormirse directamente en fase REM. Los bebés duermen y se despiertan sin una rutina, es un poco caótico. Además, no saben distinguir entre la noche y el día.
Bebés de 4 a 7 meses
A los tres meses se produce un cambio sustancial en el sueño de los niños, es más predecible, por tanto, es buen momento para establecer rutinas, y suelen dormir más de noche que de día. Comienzan a distinguir el día de la noche.
El cambio consiste en pasar a dormirse directamente a la fase REM a pasar primero por la fase no REM. El primer sueño es más ligero hasta llegar a ser profundo, por tanto, es más fácil que se despierte. De esta manera, se explica porque es imposible dejarles en la cuna recién dormidos.
Adquieren dos nuevas fases de sueño hasta adquirir las cuatro fases de sueño sobre los seis o siete meses. La fase IV es el sueño más profundo que finaliza con un micro-despertar, que puede ser un despertar. De esta manera, se explica porque los bebés que dormían bien comienzan a despertarse cada hora.
Cabe destacar que, en esta fase, los bebés viven experiencias nuevas tales como la dentición, la incorporación de mamá al trabajo, la incorporación de la alimentación complementaria y la guardería.
Bebé de 8 a 24 meses
Ya desarrolladas todas sus fases del sueño, ya sólo queda que se vayan madurando hasta llegar a ser igual que las de los adultos. Van durmiendo menos horas y los despertares nocturnos suelen ser por enfermedades, nuevas vivencias tales como gatear, andar, hablar y control de esfínteres, dientes, angustias de separación, etc.
Aparecen las pesadillas o los terrores nocturnos. A medida que van superando estas vivencias, los despertares son menores.
Sueño de los niños y niñas de 3 a 6 años
En esta etapa el sueño es semejante al de los adultos, por tanto, va superando sus miedos y vivencias y empieza a dormir del tirón. A excepción de terrores nocturnos, pesadillas o sonambulismos, que aparecen al tener el sueño más profundo.
Suele ocurrir que, en esta edad, los niños y niñas suelen requerir más la presencia de su madre y padre para dormir, un cuento o cualquier muñeco para dormirse. Esto no es un problema, aunque lo veamos como tal, sino una manera de reforzar que papá y mamá están a su lado.
Hay que recordar que cada niño, niña y bebé es diferente y vive experiencias diferentes, pero los infantes necesitan estar con sus personas de apego en todo momento.
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