La educación Montessori, con su enfoque holístico y respetuoso hacia el desarrollo infantil, nos ofrece una ventana única hacia el mundo interior y las necesidades evolutivas de los niños. Al adentrarnos en el Segundo Plano de Desarrollo, que abarca de los 6 a los 12 años, nos encontramos ante un periodo de transformación fascinante, donde el niño, lejos de disminuir su curiosidad, amplía su sed de conocimiento hacia horizontes más amplios y complejos.